- Estas dos palabras son decisivas para establecer los objetivos de tu empresa y las acciones necesarias para lograrlos. Te explicamos qué es y cómo definirlo.
Toda empresa nace con un propósito, aquello que le da sentido al trabajo diario de directivos y colaboradores. Sin embargo, no es suficiente decirlo o ponerlo en papel, hay que convertir ese propósito en un proceso organizado y consciente, que involucre a toda la organización. Esto se logra a través del direccionamiento estratégico.
Andrea Salazar, especialista en Proyectos y magíster en Administración, quien ha sido docente de Comunicación Organizacional y Planeación en la Universidad Pontificia Bolivariana, comparte algunas claves básicas para entender este concepto:
¿Qué es el direccionamiento estratégico?
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Es la definición del rumbo hacia el cual se encaminan todos los esfuerzos de una organización. El direccionamiento estratégico responde a cuatro preguntas básicas: qué, para qué, cómo y a través de qué medios la empresa se lanzará al mercado y logrará mantenerse en el tiempo.
¿Cómo se define el direccionamiento estratégico de una empresa?
A partir de 4 componentes principales:
- Misión: es el quehacer de la organización. Refleja su identidad, su razón de ser y lo que la hace diferente a las demás.
- Visión: indica hacia dónde se proyecta la empresa. Define aquellos que quiere llegar a ser en un plazo de tiempo determinado.
- Políticas: establecen cómo se lograrán la misión y la visión. Son esas directrices (de funcionamiento y de comportamiento) que deben cumplir todas las personas de la empresa.
- Macroprocesos: son las divisiones internas que se hacen en la organización para el logro de los objetivos. Se conocen también con el nombre de áreas de trabajo o proceso internos.
¿Quiénes son los responsables del direccionamiento estratégico en una empresa?
Si bien todos los colaboradores están llamados a mantener el rumbo de la organización, son los directivos quienes deben establecer las políticas de funcionamiento de la empresa y decidir cómo se trabajará para lograr todo lo que plantea el direccionamiento estratégico.
¿Qué otros aspectos deben tenerse en cuenta?
En su artículo Direccionamiento estratégico: elementos claves para orientar el crecimiento empresarial, Juan Rodrigo Rendón, director de consultoría en estrategia de Real Mercadeo, recomienda tener claros estos tres conceptos a la hora de definir el direccionamiento estratégico de una empresa:
- Ventaja competitiva: elementos o factores que una compañía tiene como diferenciales con respecto a otras empresas competidoras.
- Estrategia: es la dirección y el alcance de una organización a largo plazo. Es definir el qué.
- Táctica: son las acciones que se realizan para llevar a cabo una estrategia. Es la materialización de esta en el corto plazo. Es definir el cómo.
Rendón concluye que “un proceso de direccionamiento estratégico moderno debe partir del entendimiento del presente de la organización para poder construir el futuro”.
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