Columna de opinión
Por: Lina María Montoya M. Directora ejecutiva de Interactuar
En Colombia más de 90% de las empresas están clasificadas entre pequeñas y medianas; es decir que estos negocios son el tejido empresarial del país: desde la barbería, la tienda, la peluquería, hasta el campesino que cultiva su tierra.
La mayoría de estos negocios surgen pequeños, en el seno del
hogar, por la capacidad de la persona o la falta de oportunidades para acceder
a un empleo o a la educación. Por medio del emprendimiento, una persona busca
satisfacer sus necesidades y las de su familia. Por lo general, logran crear
sus negocios para subsistir, pocos emprendimientos surgen como una oportunidad,
la mayoría no tienen ingresos alternos y si un día no venden, tal vez ese día
no comen.
La economía popular es considerada informal porque esa persona no
tiene un reconocimiento como empleado debido a que se autoemplea, y en la
mayoría de los casos, no se paga un salario, ni seguridad social, tampoco
cuenta con el RUT o la Cámara de Comercio; y no cumple los requisitos para
acceder a financiación, teniendo presente que la mayoría de entidades
solicitan esos registros o documentación como respaldo. Acompañar a la economía
popular es la esencia de Interactuar, lo hemos hecho durante 40 años para
quienes buscan alternativas económicas y de desarrollo por medio de su
microempresa.
En Interactuar creemos en los emprendedores y empresarios, los
orientamos y apoyamos desde cero, hasta llevarlos a entender su negocio.
Nuestro servicio estrella es el acompañamiento de valor porque el emprendedor
debe aprender a manejar los recursos económicos; y es así como buscamos que se
capaciten y creen compañías resilientes.
Pero el reto va más allá de la operación, es trabajar con el ser
humano, y sus increíbles capacidades, donde al mismo tiempo, hay que romper
mitos que inician con la motivación, pues muchos tienen la necesidad más no la
convicción. Igualmente, el desafío es fortalecer las diversas competencias, sin
quitarle al empresario la capacidad de disfrutar con lo que más “vibra”.
Pero al final del día, vivimos en un país que necesita facilitar
los procesos de formalización, enseñando a los emprendedores cuáles son sus
beneficios; un país que hoy exige lo mismo a la empresa pequeña, mediana y
grande. De allí, que necesitemos pedagogía, y acceso al crédito de libre
financiación, para realmente fomentar el emprendimiento y el crecimiento de las
empresas.
El sector privado tiene el conocimiento del mercado y muchas veces
el sector público diseña sin entender al beneficiario. Por eso, cuando en
Colombia sube el desempleo, crece el emprendimiento porque salimos a trabajar.
Sin embargo, debe haber un equilibrio: generar calidad de empleo, de desarrollo
y bienestar a los empleadores, a los empleados y a las comunidades.
Hay que elevar la consciencia: ¿Cuál es la responsabilidad de las
empresas privadas? La gran empresa también debe entender que en la economía
popular están sus clientes, porque los colombianos vivimos en barrios y
veredas, por ende, compramos en la tienda que finalmente mueve la economía
nacional.
Finalmente, todos tenemos la responsabilidad de fortalecer esos
empleos: la solución no es crear millones de emprendimientos, es que los que
estén puedan permanecer y crecer con condiciones que generen mejores
perspectivas.
Desde Interactuar seguiremos trabajando en todos los eslabones
para propiciar mejores condiciones, con el objetivo que esos negocios hagan
bien sus cuentas, para que no transiten solos y crezcan. Las preguntas son:
¿cómo les facilitamos los trámites para que el empresario transite en la
formalización? ¿cómo acompañamos verdaderamente a la economía popular con las
herramientas y conocimientos aplicables que les permita progresar?
Publicada en La República. Jueves 8 de junio de 2023.