Decisiones que dinamicen la economía y generen empleo en tiempos de crisis

Por: Patricia Fuel

Directora de Inversionistas Sociales – Corporación Interactuar

Según la Real Academia Española RAE, la palabra emprender significa “Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro”.

En medio de la situación que como planeta estamos viviendo a raíz del COVID 19, esta definición nos recuerda el gran desafío que implica ser emprendedor y a mi me regala confianza porque afortunadamente son muchos los seres con determinación, con capacidades y gusto por comenzar proyectos, empresas, estrategias y políticas en un ambiente ahora aún más marcado por la incertidumbre. La capacidad de acción en ambientes azarosos está poniendo a prueba a muchas personas y organizaciones que brillarán en la nueva realidad a la que nos estaremos incorporando en los próximos días.

A través de los tiempos se han dado puntos de inflexión en la economía y en la sociedad. Sin duda hoy estamos iniciando la transición a un punto de inflexión que debería llevarnos a un renacimiento empresarial y social, es por ello que requerimos de la sabiduría y visión holística para tomar decisiones equilibradas y valientes que nos permitan encontrar, entender y generar nuevos hábitos, comportamientos, mercados, modelos de negocio, canales y nuevas formas de trabajo. Es un momento del mundo en el que tenemos el privilegio de vivir para decidir si somos agentes del cambio o actores pasivos de esta nueva realidad a la que nos estamos enfrentando.

Una vez escuché la siguientes paradoja: ¿El futuro es la consecuencia del presente o es el presente la consecuencia del futuro? Me inclino más por la segunda y busco proyectar un futuro deseado, luego regreso al presente y trabajo para incrementar las probabilidades de hacerlo realidad encontrando nuevas formas de relacionamiento, mecanismos innovadores para prestar los servicios, desarrollando productos, generando nuevos patrones de modelos de negocio, descubriendo nuevas necesidades, nuevos nichos de mercado y formas de llegar a ellos a través de diversos canales.

Desde la Dirección de Inversionistas Sociales, en Interactuar estamos entendiendo a cada comunidad empresarial acompañada de su nueva realidad. Así mismo, estamos profundizando el contexto de nuestros inversionistas sociales, pues si bien, la pandemia nos está afectando a todos, los efectos son distintos para cada tipo de organización, para cada sector económico. Las implicaciones varían según el nivel de madurez empresarial, según su ubicación geográfica o  la rapidez con que puede reactivarse en la etapa post cuarentena, entre otras variables. Por ende, las soluciones para cada entidad con la que trabajamos y para cada comunidad empresarial servida con los distintos proyectos, requerirá como nunca de un análisis del entorno y proyección para cada uno.

En términos generales, con una mirada de país, se requerirán recursos para desplegar programas de emprendimiento ágiles, prácticos, virtuales, que brinden alternativas a muchos desempleados que no podrán recuperar su oficio en el mediano ni largo plazo. Para la continuidad de muchas empresas que pueden reactivar su operación en el corto plazo, será necesario rediseñar sus modelos de negocio además de apoyarlos con incentivos y capital semilla. El enfoque de los programas que fomentan el desarrollo empresarial tendrá que estar enfocado en la movilización de caja, pues la circulación del dinero es la sangre de la economía y el sonido de la caja registradora es el inicio de un circuito virtuoso que activa el empleo, los proveedores, el sistema financiero y, en general, a todos los actores de la dinámica económica. Además de nuevas formas de monetización y generación de facturación, será indispensable pensar y tomar decisiones en nuevos usos de las capacidades instaladas y evaluar posibilidades de capitalización de las mismas, sean estas de infraestructura, experiencia y/o conocimiento, entre otras opciones. Darles oportunidades a los emprendedores recurrentes, aquellos que ya emprendieron y la pandemia les provocó inanición a sus empresas, así como atender de inmediato a los que lograron llegar a la reapertura de sus operaciones, debe ser la prioridad de quienes trabajamos por el desarrollo empresarial del país.

Soy una convencida del valor inmensurable de las MIPYMES y de las ventajas importantes de su tamaño y rapidez para la toma de decisiones que posibilitan ganarle mercados de nicho a empresas grandes burocratizadas, donde para cada decisión hay que pasar por varios comités o comisiones que, en aras del consenso pueden llegar a limitar la visión, la oportunidad y la toma de riesgos calculados.

Otra ventaja de la MIPYME es que aún sigue en muchos casos liderada por sus dueños fundadores, por lo que la toma de decisiones es apasionada, arriesgada, determinada y elimina una serie de controles (trabas) administrativos y financieros que cuando hay una serie de empleados que juiciosamente quieren cumplir con su rol, tiende a hacerse más desde lo operativo y como en la parábola de los talentos, podrían estar más enfocadas en cuidar el “recurso” así sea enterrándolo, que ponerlo a trabajar en nuevos proyectos para que se multiplique en más talentos o recursos.

Tradicionalmente la desventaja de las MIPYMES es el poco músculo financiero, el cual está ahora mucho más debilitado sino en el hueso por el periodo de aislamiento social obligatorio. Es por ello que las sinergias público-privadas deberán alinearse para encontrar soluciones de liquidez para que las MIPYMES puedan materializar las ventajas antes mencionadas y sean casos de éxito de la nueva realidad económica. 

Muchas empresas que hoy son vitales para nuestra cotidianidad y que, además salen fortalecidas de esta crisis, no existían hace 20 años y eran impensables hace 50 años (Netflix, Dezzer, Spotify, Rappi, las Fintech y los Market Place, entre muchas otras), hoy agregan muchísimo valor en medio de la pandemia. Retomando que estamos en un nuevo punto de inflexión, creo firmemente que están por nacer muchas empresas que serán relevantes en los próximos 20 años.

En Interactuar estamos prestos a construir una nueva historia económica y social codo a codo con otros actores interesados en apoyar las micro y pequeñas empresas para facilitar el camino de los emprendedores que serán los protagonistas de esta nueva realidad.

Invitamos a las entidades interesadas en apoyar a los emprendedores y empresarios a que escribamos nuevas historias de éxito empresarial en distintos sectores y geografías.

 

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